Hasta la aparición del Ostell Barcelona no existía ningún sistema fiable, no invasivo e inocuo, de control de la estabilidad de los implantes dentales. Conocer la evolución de su osteointegración en el hueso de los maxilares a lo largo del tiempo, saber su valor de estabilidad y su conocer su grado de madurez nos resulta muy útil.
No todos los implantes son iguales. Su estabilidad depende, desde luego, del diseño y tamaño del implante, pero también de la calidad del hueso del paciente, de su capacidad de cicatrización, de la situación dentro de la boca, de los hábitos del paciente, etc.
El Ostell puede ayudarnos a decidir si podemos colocar el diente sobre el implante o debemos esperar que el hueso madure más. Nos permite detectar cuándo un implante está listo para recibir fuerzas de masticación. Asimismo nos permite determinar si un implante podrá soportar una fuerza extra, como un puente largo, por ejemplo.
Ostell es un sistema que emite un sonido sobre la cabeza del implante y mide el eco que rebota sobre ella. Por la forma como resuena ese sonido podemos determinar el nivel de estabilidad del implante dental.
La medición se realiza en pocos segundos, sin molestia alguna, y nos da un valor de estabilidad (denominado ISQ) que podemos anotar para controlar su evolución en el tiempo.
Poder conocer ese dato nos permite actuar con más información, mejorar el pronóstico y controlar en el tiempo la salud de los implantes dentales que colocamos.
El sistema Ostell permite controlar la estabilidad y la evolución de los implantes dentales